Tuesday, October 19, 2010

Following @alejodorowski

Hace algunas semanas dejé que la tecnología entrara un poco más a mi vida y decidí abrir una cuenta de twitter. Para alguien que no ve televisión (únicamente dvd’s), no tiene una lap, iphone o blackberry y que normalmente se entera de las vivencias o historias de los demás a través del formato tradicional (los libros), el twitter era algo que la verdad nunca me imaginé llegar a experimentar… Mis amigos con más de 50 “tweets” en promedio y ya bien adaptados al tema de compartir cualquier detalle de su vida, me recibieron amablemente pero muy pocos se dieron a la tarea de realmente explicarme las herramientas esenciales: el “@” y el famoso gatito. Obviamente me frusté al darme cuenta de lo atrasada que estaba en esto del “trend topic: #uso del twitter”. Una vez medio conocidas las herramientas me dispuse a leer la bola de estupideces que la mayoría de la gente escribe en twitter.

Debo admitir que juzgué prematuramente y que di por sentado que todo lo que encontraría serían frases vacías y tontas como las de “nuestro orgullo más reciente la miss universo” (léase con tono sarcástico) @therealmissu: “Haciendo escala en Dubai…tengo mucho sueño!! Que tengan un buen día :)” pero me he llevado la grata sorpresa de que gente con cosas importantes qué decir también se habían abierto a la tecnología y se han tomado el tiempo de unir algo tan frío como la tecnología con algo tan cálido como los sentimientos.
Fue así que a través de mis amigos llegué a hacerme follower de temas de mi interés; admito que mi interés también incluye banalidades o placeres culposos como TMZ y Calle 13 pero descubrí varios twitteros a quienes vale la pena seguir. Definitivamente uno de mis favoritos es Alejandro Jodorowski. Confesaré que no estoy muy familiarizada con su obra y todo lo que sé de su vida es lo que Wiki dice y como todos saben: a wiki hay que creerle la mitad pero decidí hacerme follower de Jodorowski porque él escribió una de las frases que más han modificado mi forma de vida y percepción de las cosas, les voy a contar por qué: Hace algunos años ojeando un periódico me topé con una entrevista hecha a Alejandro Jodorowski, en ese momento sabía menos de lo poco que sé hoy sobre él pero el nombre me sonó así que la leí. Lo que más se me pegó fue lo siguiente: “Cesa de definirte, concédete todas las posibilidades de ser, cambia de camino cuantas veces sea necesario…” honestamente para alguien tan cerrada como yo, redefinirme cuantas veces fuera necesario estaba completamente prohibido porque no estaría cumpliendo con las normas con las que fui educada pero esa frase fue el detonante de probar el “a ver qué pasa si hago esto o si intento lo otro” y creo que algunas veces llegan a nosotros ciertas palabras o ideas que no habíamos considerado y que nos sacan de algún sufrimiento, palabras que necesitamos oír y que nos hacen darnos cuenta de que hay varias opciones allá afuera que no estábamos considerando. Como piezas de algún rompecabezas personal que nos hacían falta para armarlo o completar algún pensamiento. No sé si les haya pasado pero por muy fríos que sean no creo que logren escaparse de que ciertas palabras se queden tatuadas en su mente. Palabras que sin saberlo necesitaban oír y que llegan en las formas menos esperadas y en el momento más necesario en alguna canción, en la conversación de alguien, en un libro o en un periódico cualquiera como me pasó a mí...
Esa frase llegó a mí en un momento de mi vida en el que estaba harta de la estructura y del “tengo que”. Estaba sin trabajo y desconocía que podía tomar cualquier opción que yo quisiera, no se me ocurría liberar mi mente y obligarla a buscar cualquier otro camino que no fuera encontrar un trabajo justo de lo que había estudiado y que tuviera las características que todos esperaban de él y de mí.

Creo que lo más valioso fue que esa frase viniera de alguien que justamente se permitió hacer varias cosas y no solo una. Jodorowski escribe, hace películas y es compositor y en mi forma de ver las cosas, todos hemos querido hacer algunas otras cosas además de las cosas en las que nos hemos encasillado. Hemos crecido pensando que solo somos capaces de hacer una cosa exclusivamente para dedicarle tiempo y perfeccionarnos en esto. Tenemos esa idea de que las personas únicamente poseemos la capacidad de dedicarnos a un oficio pero todos tenemos mil facetas que ni siquiera nosotros conocemos y que muy pocas veces nos atrevemos a explorar. El problema es el miedo a dejarnos fluir. Tememos a la inestabilidad que representa “el cambio de camino” al que Jodorowski se refiere, preferimos vivir haciendo algo que no nos lleve a arriesgarnos a perder la comodidad de lo conocido o simplemente no sabemos que se vale cambiar a lo largo del camino.

Sinceramente no sé a quién se le ocurrió que debemos practicar para el resto de nuestras vidas aquello que tomamos como opción estudiar cuando tenemos 18 años, edad en la que no tenemos ni idea de todas las cosas con las que nos vamos a enfrentar y no tenemos un gramo de madurez pero irónicamente “el sistema” nos obliga a tomar este tipo de decisiones cuando menos aptos y más cobardes somos.

La única conclusión que puedo sacar de todo esto es que todo se vale en el momento en que sea necesario para nosotros. Creo que no me siento con el derecho de aconsejar a la gente o a obligarlos a tomar mis ideas pero creo que el hecho de escribir lo que pasa por mi cabeza y a dejarlo disponible ha ayudado a que tomen las ideas que les hacen “click”, las palabras que tal vez necesitaban oír para completar sus ideas o llenar los espacios de ese rompecabezas que estaba en espera de una pieza.
Me llevé gratas sorpresas en donde menos lo encontré.
La tecnología me ha permitido leer diario a Jodorowski y muchos otros que tienen qué decir y que se atreven a compartirlo. Gracias a los que se animan a hacerlo o a pensar en forma diferente porque es así como los cobardes y débiles obtenemos el valor para ser nosotros mismos y hacer lo que realmente queremos hacer. Gracias por leerme.